TRAVESÍA MARÍN - CÁDIZ EN EL JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO

6/9/2022
delegación:
Sede Central

EL PASADO MES DE JULIO NUESTRO SOCIO, CAPITÁN FCO. JAVIER JIMÉNEZ, TUVO LA FORTUNA DE EMBARCAR EN EL BUQUE ESCUELA EN SU TRAVESIA DE MARÍN A CADIZ. ESTE ES EL RELATO DE SU EXPERIENCA

LA EXPERIENCIA.
El pasado día 06/07/2022 recibí la noticia de mi embarque en el Juan Sebastián de Elcano, esperada noticia desde hace 11 años que lo solicité, os podéis imaginar la tremenda alegría e ilusión que me hizo saber, que el día 16/07/2022 tendría el honor y el orgullo de poder subir a bordo de este emblemático Bergantín goleta de cinco palos, construido en 1927 en Cádiz y que realizó su primera singladura como buque escuela de la armada Española el 19 de Abril de 1928.
Como dije, embarqué a mediodía del 16/07/22 con toda la emoción que os podáis imaginar siendo el primer afortunado de los invitados en pisar su cubierta de teca. La tripulación desde el primer momento tuvo un comportamiento exquisito, el cabo de guardia D. Antonio y su superior, el sargento 1º D. Eduardo fueron los encargados de recibirme y acompañarme hasta el sollado en donde pasaría los días de la travesía que tenía su inicio en el escuela naval militar con sede en Marín ( Pontevedra ) hasta la ciudad de Cádiz. A partir de ahí, y con la curiosidad propia del momento y del lugar, me presenté al oficial de guardia el AN D. Javier Alonso que, siguiendo con la amabilidad demostrada por la tripulación, me fue dando información del buque. Más tarde me presenté al contramaestre de guardia, el sargento 1º D. Antonio, que me hizo un recorrido completo por las distintas cubiertas del buque dándome todo tipo de datos relativos a las jarcias tanto fija como de labor.
El día 17 de Julio, zarpamos en demanda de Cádiz, acompañados por una importante flota de embarcaciones tanto privadas como las de la Gc del mar y salvamento marítimo, siendo como no puede ser de otra forma muy emocionante. Una vez ya navegando y habiendo dejado el equipaje en las taquillas, acomodados en las literas y conocido el lugar de conferencias, comida y desayuno, que son los mismos en los que los Guardias Marinas hacen la vida a bordo durante su crucero de instrucción, empecé a saborear los placeres de la navegación, en principio a motor ante la inexistencia de viento que nos permitiera largar velas, haciendo mi primera incursión al puente, en compañía del oficial de guardia y los dos marineros encargados de la rueda , con todo lujo de detalles me informaron del rumbo a seguir y cuál era la instrumentación del buque, comprobando que carece de piloto automático y que su gobierno es a mano y en cualquier situación.
Posteriormente tuve la oportunidad de gobernar la rueda y vigilar el radar, siendo a partir de ahí mi sitio durante toda la travesía, acompañando a la tripulación de guardia, especialmente a partir del ocaso hasta altas horas y volviendo antes del orto, que decir que quería aprovechar todo el tiempo posible viviendo la experiencia. Y si de experiencias hablamos, no puedo olvidar mi subida a la cofa del palo de mesana, con todas las medidas de seguridad necesarias para alcanzar los 35 metros y tener unas vistas increíbles.
En las siguiente horas el viento nos permitió largar velas, colocando el aparejo de cuchillo, es decir cangrejas y un foque, lo que hizo aún mas emocionante la singladura.
Por último, la entrada en Cádiz nuevamente acompañados por todo tipo de embarcaciones que nos saludaban efusivamente con las manos y haciendo sonar sus bocinas.
Como conclusión, mi agradecimiento a la tripulación de ese emblemático Buque escuela que además ejerce de embajada de España allá donde recala, a su comandante el CN. D. Manuel García Ruiz, a su segundo CF. D Juan Antonio Rengel, a los AN Carlos Ameyugo, Fernando Gamboa y en general a todos los que han hecho posible vivir no una experiencia, sino LA EXPERIENCIA.